Una dieta basada en estos platos es muy reconfortante especialmente en los fríos días de invierno aunque algunas cremas son también deliciosas en verano cuando se toman frías y además resultan muy económicas. Las sopas nos permiten aprovechar muchos ingredientes y eso siempre es un bien a tener en cuenta en la economía familiar. Además es un plato de fácil digestión ideal y recomendado en muchas dietas. Las sopas se dividen en caldos claros, caldos ligados y sopas mismamente. Los caldos claros deben servirse bien caliente estos suelen venir con una guarnición como el arroz. la pasta, carne, verduras, etc. los caldos claros muy concentrados, conocidos como consomés no suelen llevar guarnición, si no es aparte, estos también pueden presentarse fríos. Los caldos ligados tienes como base un puré o crema y se subdividen en purés, cremas y "veloutés". Los "veloutés" son sopas cuya preparación requiere un cuidado especial, se suelen reservar para ocasiones especiales. Las sopas propiamente dichas se distinguen por la incorporación de ingredientes como el pan y las legumbres.
   
   
     
Caldo base   Puré de guisantes a la menta
Caldo de ave   Puré de lentejas con Jamón
Caldo de carne   salmorejo
Caldo de hortalizas   Sopa castellana
Caldo de pescado   Sopa de ajo
Caldo gallego   Sopa de ajo blanco con uvas
Cocido andaluz   Sopa de almendras
Consomé   Sopa de Calabaza
Crema de aguacates   Sopa de chirlas y mejillones
Crema de calabacín   Sopa de melon
Crema de calabaza   Sopa de tomate
Crema de cangrejo   Sopa de verduras
Crema de espinacas   Sopa de zanahoria y cilantro
Crema de garbanzos o hummus   Sopa fría de peras y berros
Crema de lentejas con gambas   Sopa gratinada de cebolla
Escudella i carn d´olla   Velouté de esparragos verdes
Gazpacho   Vichyssoise